domingo, 14 de junio de 2015

Antonio

Ya se olvidó que esta mañana se despertó temprano, como siempre se despierta temprano. Estaba nervioso porque era domingo y el domingo es EL día. Estaba ansioso y andaba apurado.
Se rasuró y procuró emprolijar muy bien su bigote. La luz no ayudaba, la vista tampoco, pero ya sabia donde y como.
Le costó encontrar el pantalón que dejó en la silla 7 días atrás pensando que luego lo acomodaría, estaba un poco arrugado: No importa. Si importa. No hay de otra. Vamos a estirarlo un poco. Yastás.
La camisa no era problema, estaba esperándolo, igual que el sombrero. Acomodó su pañuelo rojo en el cuello y salió.
Se encaminó temprano, tomó el camión desde Milpa Alta a Coyoacan. Aunque había algunas nubes el sol ya se hacía sentir, compartía el camión con mas gente, pero esta vez podía viajar sentado. Algunos jóvenes lo miraban, era un viejo raro, por su forma de vestir parecía salido de alguna película. El no se daba cuenta, estaba mirando a algunos jóvenes que se le hacían raros: los aretes en la cara no son elegantes para nadie.
El camión frenó de repente y se despabiló, se dio cuenta que estaba en camino, se dio cuenta que no estaba con Martina en la playa, se dio cuenta que habían pasado 40 años. Por un momento sintió su saliva pesada, su corazón un poco más abajo de lo normal y su garganta apretando, tragó, cerró sus ojos y forzó una sonrisa. Por el recuerdo. Por ese recuerdo.
El camión por fin llegó, bajó y miró su reloj: 11:45. Perfecto, me dará tiempo de tomar mi café.
Siempre le daba tiempo de tomar su café, pero le gustaba sentir que si algo no salía del todo bien, podría saltarse su café. Ser precavido, llegar con tiempo, no perder la elegancia.
El café lo encontró ansioso, ese recuerdo, Martina, los niños, ya crecieron los niños, ya tienen chamacos, miró el reloj, 12:20, ya es tiempo. Vámonos.
Llegó al jardín y ya estaba todo listo. - Hola Don Toño! - Hola Danielito como está Julián? / - Hola Don Toño! - Hola Doña Carmen, Que elegante está hoy! - Ay Don Toño, usted siempre tan atento.
La música comenzó, la primer canción, Toño miró a Carmen y Carmen lo miró. Mamihlapinatapei. A Toño se le aceleró la sonrisa, se acercó y tomó de las manos a Carmen.
Lo demás es fluir, pensó.


Honey Crab

Somewhere in Morocco  Somewhere in Barcelona Somewhere in Oaxaca Somewhere in LA There is still a piece of you and me There is still a smile...