miércoles, 9 de septiembre de 2015

Mi alarma de las 10am

Hace poco más de nueve meses estaba tirado en la cama de un hospital, viendo hacia los costados, acordándome del viejo que ayer estaba a 3 metros mío, en la cama de al lado, el viejo que después de sufrir dejó de respirar y se lo llevaron...
Y tenia miedo, y tenia muchas ganas de vivir.
Es un clásico: 'Uno no valora la salud hasta que no la tiene', eso lo había escuchado un montón de veces, y lo había sentido varias, pero luego te olvidás, se te pasa... y la vida sigue y ya está.
Después de algunas semanas y otra internación, me dijeron que tenía que tomar una pastilla diaria, y la primera reacción fue: Que cagada! Todos los días tomarme la pastillita... ni que tenga 70 años...
Y después me dio miedo olvidarme... colgarme y no tomarla.. entonces bajé una app en el celular que me avisa cada día a las 10am que tengo que tomarme la bendita pastillita.
Todos los días a las 10am suena mi cel con ruido de pastillero. Todos los días. Y me acuerdo de la cama del hospital, y me acuerdo del miedo, y me acuerdo del viejo de Necochea, y me acuerdo de lo débil que es la cuerda, y valoro, me dan ganas de vivir, de vivir un montón, intensamente.

viernes, 14 de agosto de 2015

Nostalgia

El estómago se atraviesa
azul, azul, no es tristeza
es así y cada cosa pesa
y la memoria molesta
y quiero no haber vivido eso
y quiero no haber sentido tanto
y quiero no haber reído
y quiero no haber amado

Mañana va a ser diferente
voy a poner mucha tierra en el piso
voy a pisarla, voy a disfrutarla
Nueva tierra, nuevo azul
Nuevos regresos, nuevos dolores
Un mar helado
Anhelo

Y todo llega, y me mueve
todo parece quedarse
justo hoy tengo memoria

viernes, 24 de julio de 2015

La única forma

Es con el corazón en la mano, sin ropa, sin nada y mirando de frente.
Y si te caes otra vez, te levantas.
Y si te lastimas otra vez, te curas.
Si te enfermas otra vez, es que estás vivo.

Molesta la angustia, pero luego no quieres perderte de nada
no quieres perderte de la euforia, ni de la depresión
de eso parece que se trata, de no quedarse con nada
a tope y con todo

A la guerra incierta, con la ilusión como bandera
a perder otra vez, seguro
pero es mejor que verlo desde el balcón
es sentir, es perder, es vivir.


domingo, 14 de junio de 2015

Antonio

Ya se olvidó que esta mañana se despertó temprano, como siempre se despierta temprano. Estaba nervioso porque era domingo y el domingo es EL día. Estaba ansioso y andaba apurado.
Se rasuró y procuró emprolijar muy bien su bigote. La luz no ayudaba, la vista tampoco, pero ya sabia donde y como.
Le costó encontrar el pantalón que dejó en la silla 7 días atrás pensando que luego lo acomodaría, estaba un poco arrugado: No importa. Si importa. No hay de otra. Vamos a estirarlo un poco. Yastás.
La camisa no era problema, estaba esperándolo, igual que el sombrero. Acomodó su pañuelo rojo en el cuello y salió.
Se encaminó temprano, tomó el camión desde Milpa Alta a Coyoacan. Aunque había algunas nubes el sol ya se hacía sentir, compartía el camión con mas gente, pero esta vez podía viajar sentado. Algunos jóvenes lo miraban, era un viejo raro, por su forma de vestir parecía salido de alguna película. El no se daba cuenta, estaba mirando a algunos jóvenes que se le hacían raros: los aretes en la cara no son elegantes para nadie.
El camión frenó de repente y se despabiló, se dio cuenta que estaba en camino, se dio cuenta que no estaba con Martina en la playa, se dio cuenta que habían pasado 40 años. Por un momento sintió su saliva pesada, su corazón un poco más abajo de lo normal y su garganta apretando, tragó, cerró sus ojos y forzó una sonrisa. Por el recuerdo. Por ese recuerdo.
El camión por fin llegó, bajó y miró su reloj: 11:45. Perfecto, me dará tiempo de tomar mi café.
Siempre le daba tiempo de tomar su café, pero le gustaba sentir que si algo no salía del todo bien, podría saltarse su café. Ser precavido, llegar con tiempo, no perder la elegancia.
El café lo encontró ansioso, ese recuerdo, Martina, los niños, ya crecieron los niños, ya tienen chamacos, miró el reloj, 12:20, ya es tiempo. Vámonos.
Llegó al jardín y ya estaba todo listo. - Hola Don Toño! - Hola Danielito como está Julián? / - Hola Don Toño! - Hola Doña Carmen, Que elegante está hoy! - Ay Don Toño, usted siempre tan atento.
La música comenzó, la primer canción, Toño miró a Carmen y Carmen lo miró. Mamihlapinatapei. A Toño se le aceleró la sonrisa, se acercó y tomó de las manos a Carmen.
Lo demás es fluir, pensó.


Honey Crab

Somewhere in Morocco  Somewhere in Barcelona Somewhere in Oaxaca Somewhere in LA There is still a piece of you and me There is still a smile...