La sal del mar había quemado su piel
Finalmente, el tiempo y los encuentros le hicieron aprender algunos pasos de baile
El calor le caía bien
Pero había decidido regresar
Y volvería cada domingo
Fuente de los Coyotes
Esperaría pacientemente su encuentro
El tiempo ya se había ido
El tiempo no importaba más
Los tiempos de vivir sin tiempo
Rojo, mucho rojo
Algo que sea notorio
Si ella llega, tiene que verlo
Si ella llega, tiene que verla
Parece que este domingo tampoco será.
Y la música, y casi cualquier música
Siempre lo pudo la música
Vamos a bailar, que se va a acabar el mundo
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